A los entusiastas de los automóviles de todo el mundo les encanta modificar y ajustar sus vehículos a su gusto. No sólo pueden reformar completamente cualquier cosa que quieran, sino que también pueden transformar todo el coche en algo único. Ahí es donde entran los turbocompresores.
Los turbocompresores brindan numerosos beneficios a los motores de gasolina y diésel. Ya sea que esté buscando mejorar su sedán o su autobús, instalar un turbocompresor es un beneficio fantástico para la eficiencia del combustible y la reducción de las emisiones de carbono. El actuador es una de las partes más vitales del turbocompresor. Pero, ¿qué es un actuador y cuál es la diferencia entre los actuadores eléctricos y los tradicionales? Vamos a averiguar.
¿Qué es un actuador?
Un actuador es una válvula de alivio de presión que controla la salida del turbo. Protege la rueda de turbina del turbocompresor desviando el exceso de gases de escape. Además, los actuadores ayudan a controlar las velocidades de la turbina mientras regulan las velocidades del compresor, evitando que la unidad se sobrecargue.
Un actuador consta de dos partes: un diafragma y un resorte. El resorte mantiene cerrada la válvula de descarga hasta que la presión de sobrealimentación alcanza un nivel específico. Después de alcanzar la presión requerida, se abre y permite que escape el gas, reduciendo así la presión de sobrealimentación. Casi todos los turbocompresores tienen actuadores que se instalan en la unidad y se utilizan como protección para evitar daños graves o irreparables.
Actuador eléctrico
Un actuador eléctrico funciona proporcionando un acceso más fácil a la energía, tiempos de transmisión de señales más rápidos y una distancia de transmisión de emisión. Esto permite la concentración del control operativo, lo que significa que la precisión y los ajustes eléctricos son más fáciles y convenientes. Además, cuenta con una fácil instalación de cableado.
Sin embargo, los turboactuadores eléctricos tienen algunas desventajas. Los actuadores eléctricos no producen la misma cantidad de energía que otros actuadores y no son a prueba de explosiones. Además, tienen sensibilidad a las vibraciones y requieren una tecnología más compleja para funcionar.
Actuador tradicional
Como se mencionó anteriormente, los actuadores tradicionales mantienen la presión del turbocompresor y evitan que entre en la rueda de la turbina. Estos actuadores ayudan a controlar los niveles de velocidad y previenen el mayor desgaste posible. Vienen de serie con la mayoría de los turbocompresores del mercado y permiten un fácil reemplazo.
Sin embargo, los actuadores pueden experimentar algunos problemas aquí y allá. La presión y el calor eventualmente pasan factura al turbocompresor, lo que hace que la compuerta de descarga se abra antes de lo debido. Además, el diafragma puede fallar y la válvula puede dejar de abrirse, lo que provoca un aumento de presión y daños catastróficos.
Grandes diferencias
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre los actuadores eléctricos y tradicionales? Aunque los actuadores eléctricos permiten una instalación más sencilla y una precisión de control, los actuadores tradicionales son más confiables y más fáciles de conseguir para reemplazar.
Si comprende el funcionamiento y los requisitos que debe cumplir su turbo, ambos actuadores pueden ser opciones apropiadas para su turbo. Tenga a mano el manual del usuario cuando tome esta decisión y comuníquese con un mecánico si tiene preguntas.